16 febrero 2010

CAT DICE:

Celebraremos este año el bicentenario del inicio de la guerra por la independencia de México. La independencia  con el país Español se firmó hasta 1821.
Pero lo que deseo expresar con este artículo,  es el comentar sobre la dependencia económica,  monopólica que este México aún tiene y que ahoga las pretensiones de nuevos emprendedores.
Como se puede ser independiente en nuestra cotidianidad con los esquemas impositivos que se tienen, con las tarifas públicas y privadas asfixiantes, con las tasas de interés regulatorias del comercio tan disparadas, con la educación pública tan incompetente y con la privada tan inalcanzable para la mayorías, con la falta de competitividad de la mano de obra que asfixian al emprendedor, al empresario, al exportador.?
Existe de verdad una libre empresa?. Existe una libre educación pública?
Quien es el empresario valiente que busque tramitar y  abrir una empresa ante la dependencia de un burócrata que es casi un virrey de escritorio?
Si, es cierto, tenemos otras libertades y garantías y nos las hemos ganado. Pero en lo económico, en la creación de empresas y empleos, en la búsqueda de riqueza y bienestar colectivo somos en realidad autónomos para impulsar mejores perspectivas?.
No, aún libres como nación, seguimos siendo dependientes de todo y de todos. De un esquema oficial obsoleto, de una libre empresa masacrada por la falta de créditos regulatorios y blandos que en conjunto saquen adelante este país  tan lleno de recursos naturales y de jóvenes generaciones que desean aprender y crecer con nuevas ideas, moderna educación y con una mejor visión de buscar su independencia del mercado laboral para llegar al logro de ser los  nuevos emprendedores que este México necesita.

ANECDOTAS DE PERSONAJES

En una conferencia que Einstein dio en el Colegio de Francia, elescritor francés Paul Valery le preguntó: “Profesor Einstein, cuando tiene una idea original, ¿qué hace? ¿La anota en un cuaderno o en una hoja
suelta?” A lo que Einstein respondió:
“Cuando tengo una idea original no se me olvida"



Henry Ford hizo que su hijo Edsel estudiara la carrera de ingeniero. Mientras estaba en esa etapa, un conocido de Henry le preguntó: 
– ¿Usted cree que su hijo necesita ser ingeniero para dirigir este negocio?
Ford le dio, con su respuesta, una buena lección.
– No!, no lo necesita. Pero, aunque el hombre que sabe cómo se hacen las cosas siempre encuentra trabajo, en el caso de elegir a un jefe siempre se elige al hombre que sabe por qué se hacen, aunque no las sepa hacer.
 



Se sabe que Xantipa,  mujer de Sócrates, tenía mal carácter y era insoportable. Le preguntaban a Sócrates si se había dado cuenta de del mal carácter de Xantipa antes de casarse con ella. -"Sí, si me casé con ella fue por su mal carácter". -"¿Te gusta vivir con una mujer así?". -"Lo que que me gustaba era aprender todos los días de una persona con un carácter tan malo. No hay escuela mejor que el trato con los demás".