12 julio 2010

Jesús fué un Judío reformista

En una entrevista, Antonio Piñero, catedrático de Filosofía Griega en la Universidad Complutense de Madrid, habla de los precedentes del cristianismo, es decir, de las diversas sectas judías del s. II y I aC, así como de sustratos filosóficos de los primeros cristianos. También sobre las diferentes corrientes de opinión religiosa del s. I dC, y formula interesantes y probablemente polémicas hipótesis acerca de las filiaciones de Jesús. 
Jesús ¿era cristiano? 
Jesús nunca fue cristiano. Jesús era un judío reformista de su religión, el judaísmo. 
¿En qué creía Jesús? 
En que el reino de Yahvé llegaba ¡ya! para Israel. Se sabía de memoria la ley mosaica. Al final, se vio como Mesías.
¿Qué entendía por Mesías un judío? 
Un enviado divino que restauraría la ley de Moisés en un Israel limpio de extranjeros.
¿De dónde provenía esa idea? 
De las sagradas escrituras..., aunque no tanto de las mosaicas (nuestro Antiguo Testamento) como de las escrituras apócrifas.
¿Qué escrituras apócrifas? 
Escritas durante los dos siglos anteriores a Jesús, complementaban o reescribían pasajes del Antiguo Testamento.
¿Qué aportaban al judaísmo? 
Colaban en el judaísmo la creencia en un juicio final, en un reino futuro, en la resurrección...
¿No creía en la resurrección un judío? 
El judío observa los diez mandamientos para que Yahvé le bendiga y así todo le vaya bien en este mundo. Y nada más.
¿Inocularon también esos apócrifos la idea de Mesías en el judaísmo? 
Exacto! El mesianismo es la creencia en que Yahvé enviará a su Hijo Salvador, y emerge de esos textos apócrifos. Y muchos judíos se agarraron a eso con pasión.
Mesías, reino de Dios, resurrección, juicio final... Suena ya a cristianismo, ¿no? 
Tres cuartas partes del cristianismo saldrán de ese judaísmo complementado, el judaísmo fariseo. Jesús era un filofariseo, 
¿Y la restante cuarta parte? 
Se trata de dogmas diversos que generaron una pluralidad de cristianismos a lo largo del siglo I, y del siglo II...
¿Me hace un breve inventario? 
Ebionitas, jerosolimitanos, marcionitas, montanistas, magdalenistas, gnósticos, paulinos... ¡Todos ellos cristianos!
¿Y en qué discrepaban unos de otros? 
Los ebionitas, muy judaicos, tenían a Jesús por un excepcional rabino profético que creía ser Mesías..., pero que no era divino.
¿Y los jerosolimitanos? 
Con familiares de Jesús entre ellos, y todavía judaicos, sí creían que Jesús participaba en cierto modo de la divinidad.
¿Y los marcionitas? 
Nada judaizantes, orillaban el Antiguo Testamento: se atenían sólo a los Evangelios.
¿Y los montanistas? 
Atendían al Espíritu Santo, manifestado en profetas ascetas que anunciaban una inminente segunda venida de Cristo.
¿Y los magdalenistas? 
Podemos denominar así a grupos de cristianos feministas: eran mujeres quienes guiaban el culto e impartían enseñanza. Leían el Evangelio de María Magdalena y el de Felipe.
Que hoy no son canónicos. 
En torno al año 200 se cierra un pacto entre grupos: acuerdan que los evangelios válidos son los de Marcos, Lucas, Mateo y Juan. El resto serán considerados apócrifos, pero de ellos derivan dogmas como la virginidad perpetua de la Virgen María o su Asunción.
Nos faltan gnósticos y paulinos. 
Los paulinos serán los vencedores. Seguían a Pablo de Tarso, que ofertó una mercancía: fueses judío o no, salvabas eternamente tu alma con sólo creer que Jesús, sacrificado, era Dios y hombre.
Y la propuesta paulina agradó. 
Los paulinos, además, instituyeron una jerarquía y una lista de libros sagrados sólo interpretables por ellos. Jugada perfecta! En la cúspide, el obispo de Roma. Los paulinos engendran el catolicismo.
Siendo Jesús Dios, ¿era crucificable? 
Entre los pueblos semitas, ¿cómo arreglaba un rey un problema?: sacrificando a su hijo. Así, ¿cómo soluciona Dios su problema con la desastrosa humanidad pecadora? Enviando a su hijo al sacrificio. Un sacrificio perfecto, divino, sustituye para siempre todos los sacrificios, salva a todos los hombres (por ser, Jesús, hombre) y salva la relación de los hombres con Dios (por ser, Jesús, Dios). Así lo creían y decían los paulinos.
Nos quedan los cristianos gnósticos. 
El gnóstico considera que se salvará sólo él por su personal conocimiento de la divinidad. Por eso el gnóstico abomina de la Iglesia 
Leí no sé dónde que cierto grupo gnóstico creía que Jesús tuvo un gemelo. 
Es verdad: El hermano gemelo de Jesús era Judas Tomás, que luego predicaría en India, como bien relatan los Hechos de Tomás, otro de los textos apócrifos. Y lo cierto es que hoy superviven en India los llamados cristianos de santo Tomás. 
(nota) Antonio Piñero es catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Lengua y Literatura del Cristianismo Primitivo. Ha sido coautor en la adaptación de textos gnósticos y evangelios apócrifos y de estudios relacionados con el Nuevo Testamento y ha sido traductor de obras relacionadas con la religión. Es autor de la novela histórica Herodes el Grande (Esquilo, 2007).