22 septiembre 2010

La Iglesia Católica Mexicana y su papel en la consumación de la independencia

Continuando con el mes "patrio" de septiembre
¿Se debe llamar Padre de la Patria, si es que es válido, semejante título, a quien inició el levantamiento armado o quien lo consumó diez años después por más que la figura histórica de Iturbide continúe siendo despreciable con las debidas justificaciones?
Entonces bien, si ni Allende, ni Hidalgo, ni Morelos consumaron la independencia, ¿por qué Hidalgo cuenta con todo el crédito histórico? ¿Vicente Guerrero sí consumó la independencia? Podría aducirse que fue efectivamente uno de los consumadores del movimiento, pero la realidad fue muy distinta. Me explico: ¿Por qué se da finalmente la independencia de México? Se da porque entre 1812 y 1820, se había promulgado la Constitución de Cádiz, que contenía una serie de disposiciones anticlericales que empezaron a aplicarse en España. Las autoridades clericales españolas vieron con horror cómo sus bienes, sus privilegios y sus fueros no solamente estaban amenazados, sino que empezaban a ser definitivamente privados de ellos, en acatamiento a lo dispuesto por dicha Constitución Si la iglesia católica española vio con muy malos ojos estas disposiciones, basta imaginar cómo el clero católico latinoamericano, fundamentalmente el mexicano, también contempló con una grave preocupación el hecho de aplicarla en la Nueva España, porque implicaría pérdidas gigantescas patrimoniales, así como de fueros y de privilegios jurídicos y políticos. De modo que para que no se aplicara en México era conveniente romper con España cualquier vínculo político, es decir, convocar a la independencia de la misma manera que lo hicieron casi el resto de la colonias españolas en América, de modo que se hundiera la iglesia católica española pero que se rescataran los bienes clericales americanos, de acuerdo a las instrucciones dictadas desde Roma. ¿No es curioso que casi todas las independencias latinoamericanas se dieron prácticamente al mismo tiempo?.......
principios del siglo XIX, la iglesia católica mexicana era propietaria de prácticamente el sesenta por ciento de la propiedad inmobiliaria del país, además de contar con bancos financieros llamados Juzgados de Capellanías y de Obras Pías, además fincas urbanas, fincas rústicas y policía secreta, salas de tortura, privilegios y fueros, desde el momento que los sacerdotes no podían ser juzgados por los tribunales civiles, sino que para eso disfrutaban de los tribunales eclesiásticos, en donde podían rehuir la aplicación de la ley vigentes para cualquier otro ciudadano.
Matías Monteagudo, arzobispo de México e inquisidor también, junto con Juan Ruiz Cabañas, obispo de Jalisco, decidieron romper con España, en el entendido que era la única fórmula existente para que la iglesia católica no perdiera su patrimonio. Era evidente que si en la Nueva España se llegaba a aplicar la Constitución de Cádiz, el daño para las instituciones católicas mexicanas hubiera sido incalculable. De ahí es donde Matías Monteagudo decide invitar a Agustín de Iturbide para que éste consumara la independencia de España, no para lograr la libertad de México, no para rescatar de la miseria a millones de indígenas, no para ilustrarlos, no para generar riqueza, no para ayudar a la nación, no por buscar la soberanía del país, sino el único objetivo que lo movía era el de preservar el gigantesco patrimonio económico de la iglesia católica, que finalmente Juárez logró destruir transitoriamente través de la Guerra de Reforma.
(gracias a "sin rodeos, Blog"  y al historiador  Francisco Martín  Moreno)